Manuel de la Torre Balboa, nuestro Socio de Honor

Ildefonso Alcalá Moreno

Presidente de SAUDAR y Cronista Oficial de la ciudad

Transcurridos unos pocos días después de la Semana Santa y cuando preparábamos este número especial de la revista, conocíamos la triste noticia del fallecimiento de nuestro querido Socio de Honor, Don Manuel de la Torre Balboa. Sabía de su delicada situación de salud por su sobrino Manolo, pero nunca imaginaba un desenlace tan rápido.

Desde muy niño, todos los que frecuentábamos la Casa Municipal de la Cultura, y en especial su Biblioteca, conocíamos la figura de Don Manuel, como director y responsable de la misma… Un hombre en apariencia serio, pero que una vez conocido, era todo lo contrario, ameno conversador, alegre y educada persona…, que durante los años de la Transición Democrática encabezó un valiente grupo de personas, con el fin de dotar a esta ciudad de los más avanzados medios culturales; su ambicioso proyecto del aula de Cultura, su constante lucha por mejorar la cultura y educación de los jóvenes Galdurienses, le hicieron valedor del título de “Socio de Honor” de SAUDAR, a él debimos aquel magnífico laboratorio de idiomas con que contaba la Casa Municipal de la Cultura, uno de los más avanzados de nuestra provincia, y que fue vilmente destrozado por la barbarie.

A Don Manuel, le debemos, aquellos ciclos culturales, conciertos, conferencias y exposiciones que llenaron los meses del calendario durante buena parte de los años 70. Sin su tesón, altruismo y profunda cultura nada de esto se hubiese conseguido. Fue un hombre comprometido con su pueblo, luchó hasta el final contracorriente, ayudó a prepararse para la enseñanza a muchos hijos de este pueblo…Y junto a él su fiel esposa Doña Inesita, como cariñosamente la llamamos quienes fuimos alumnos suyos, ella fue el apoyo de él… Manuel de la Torre, o Manuel Latorre, que era su apellido original, tuvo que luchar personalmente desde muy joven, por abrirse un hueco en la sociedad, su inteligencia precoz, pero sus escasos medios económicos familiares impedían aspirar a algo más que acabar la escuela y ponerse a trabajar en las tareas agrícolas, con mucho sacrificio personal de estudio y trabajo para conseguir becas, sus padres lograron que Manuel estudiase y vieron como mereció la pena el esfuerzo realizado.

Desde su faceta como Concejal del Ayuntamiento, en la etapa predemocrática, impulsó la feria que hoy conocemos, y puso las bases para el avance social y educativo que Jódar necesitaba. Tras luchar duramente por mantener lo conseguido, vio como el proyecto cultural de años se desvanecía y era arrollado por quienes “se iban a comer el mundo” y al final quedaron en “mucho ruido y pocas nueces” donde la falta de iniciativas, esfuerzo y trabajo dieron lugar a un desierto cultural durante varios años. En esos años se trasladó a Granada, donde desarrolló su pasión por el idioma de Shakespeare, como formador de formadores, allí amplió su cultura y horizontes, y en la ciudad de La Alhambra falleció el 26 de marzo.

Descanse en paz un hombre al que la cultura de Jódar le debe mucho, la historia juzgará a este hombre que pasó haciendo el bien para esta ciudad.

IN MEMORIAM “MANUEL DE LA TORRE BALBOA”

Manuel López Pegalajar

Quienes hemos vivido los últimos treinta y tres años de la cultura de Jódar, con sus problemas, sus luchas, sus reivindicaciones y que sentimos el latido de nuestro pueblo no podemos olvidar a nuestro amigo, Manuel de la Torre Balboa, primer director de la Casa Municipal de la Cultura, durante los años 70, años en que se iniciaba la transición política y en los que me incorporaba a la vida social y cultural de este pueblo de Jódar. Ha sido una sorpresa para mí –su fallecimiento- cuando acababa de remitirle por correo la solicitud para su colaboración en el número extraordinario de nuestra revista con motivo del 25 aniversario de la fundación de nuestra asociación SAUDAR. El amigo José Miguel Valdivia me hacía participe de que traían desde Granada a Manolo, ya difunto. Son las experiencias de la vida las que te hacen crecer y morir a la par. Mi recuerdo navega por los días en que compartíamos despacho frente a frente en la Casa de la Cultura, él en la Biblioteca pública municipal y yo en el Centro de Educación de Adultos, cuando iniciábamos las actividades culturales bajo la vigilancia de la Guardia Civil.

Jódar estaba en los albores, como cualquier otro pueblo, del inicio de un nuevo período histórico. Había muchas inquietudes políticas, había también cierto miedo por lo desconocido. Fue un período interesante y valiente en el Manolo puso mucha ilusión en elevar el nivel cultural de nuestro pueblo con la participación en charlas, debates, coloquios, conciertos, exposiciones, actividades juveniles, etc. Su posterior marcha a Granada para continuar su labor docente como profesor de inglés nos privó de seguir en contacto frecuente, pero a través de sus colaboraciones en la revista, sus artículos sobre “La LOGSE. Entre el reto y la utopía” que desgranó en dos artículos durante el año 1999, y sus opiniones sobre las notas como forma de evaluar a los alumnos aparecieron en otros números seguimos manteniendo el contacto.

También comentábamos la actualidad de nuestro pueblo cuando venía en visitas durante las vacaciones de Semana Santa, en verano o en Navidad e incluso cuando coincidimos unos años en Salobreña durante el verano. Su nombramiento como Socio de Honor de SAUDAR por su trayectoria docente y sobre todo por la implicación en los años de la transición como primer director de la Casa Municipal de la Cultura y toda la programación cultural que desarrolló durante su estancia en este cargo. Y como no reconocer su talante, su respeto cuando fue concejal del Ayuntamiento en los años predemocráticos. Además hay que destacar su formación cristiana, su participación en cofradías – en la de la Oración del Huerto- de la que la Virgen de la Esperanza encabezaba su esquela mortuoria, su pertenencia a la Adoración Nocturna de Jódar, además de otras muchas obras que hizo, que como dice la sentencia popular: “Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”, por lo que quedan en el anonimato que no en la omisión. Descansa en paz, Manolo e intercede por nosotros. Un abrazo

CARTA PÓSTUMA A MANUEL DE LA TORRE BALBOA Maestro de Primera Enseñanza y después profesor de Inglés para maestros

José Cubero Herrera

Querido amigo Manolo: ¡Con qué facilidad se escribe este titular!, pero cuántas dificultades tuviste que vencer en aquellos años de miseria económica hasta conseguir ingresar en el antiguo escalafón de Maestros Nacionales. Pero ahí no estaba tu meta. Pensabas en una licenciatura. En Filología Inglesa, ¡cuánto esfuerzo!. Tus viajes a Inglaterra en verano y no como turista, sino para hospedarte en casa de una modesta familia que admitía “huéspedes” extranjeros a cambio de conseguir algunas ventajas con la Hacienda inglesa, y tú, en aquel hogar, practicabas inglés en “familia”.

Comentar tu labor docente tanto en los años que estuviste en Jódar como en Granada, en mi humilde opinión es para calificarla de ejemplar. La labor cultural en silencio aquí en tu pueblo, primero como director de la Biblioteca de la Casa de la Cultura (sin sueldo). Más tarde formando parte del grupo que sería de Socios fundadores, que dio lugar a la actual y veterana Asociación Cultural SAUDAR, y ahora al cumplirse su veinticinco aniversario, la Junta de Andalucía ha tenido el honor de premiar su labor. En un acto celebrado por la Asociación en la Casa de la Cultura el pasado día 28 de febrero, y en el que tu nombre fue invocado por el Presidente de Honor de la Asociación, reconociendo tu vieja colaboración.

El Todopoderoso no ha querido que disfrutaras de una larga y merecida jubilación entre nosotros. Te ha llamado para que estés con Él. Sí, así lo creemos los que hemos conocido tu profunda y perseverante religiosidad. Hasta siempre Manolo. Una oración a Dios Padre. Tu amigo y compañero, Pepe Cubero.