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Socios de Honor
FERNANDO RUBIO GÁMEZ "CALACO", cantaor flamenco
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Conozcamos a…

FERNANDO RUBIO GÁMEZ “CALACO”

Cantaor Flamenco

 

“El Flamenco no hay que entenderlo, hay que vivirlo…”

 

Ildefonso Alcalá Moreno

 

 

            Traemos a las páginas de SAUDAR, la vida de uno de nuestros flamantes “Socios de Honor”, me refiero al cantaor Fernando Rubio Gámez “Calaco”. La apasionante vida de un Galduriense amante de cante flamenco…. Dicen que le llaman a los de su familia “Calaco” porque su abuelo se quedó viudo y se casó con la “Calaca” que remanecía de Pulpí, contándome de que puede ser una abreviatura de “Calatrava”.

                Nació en Jódar el 23 de mayo de 1929, es hijo de Antonio Rubio López y María Antonia Gámez Moreno, y vino al mundo en la popular calle Méndez Núñez, 123, la antigua calle Robres. De chico, en plena Guerra Civil, recibió sus primeras letras de la mano del sacerdote Don Luis Blanco y Blanco, que ejercía como maestro. Después recuerda a maestros como Doña Consuelo López, Don Lorenzo, o Don Lorenzo Rodríguez Bellido, acordándose de todos sus compañeros de escuela. Empezó a trabajar a los ocho años en el campo, con sus padres, y desde muy niño sintió una gran afición por oír el cante, sobre todo el de los jornaleros que acudían a su casa, a cobrar el jornal de las manos de su padre, allí los veía bailar y cantar, dando sus primeros pasos en este arte.

                Aunque su gran afición le venía de su padre “El Calaco”, que había nacido en Jódar el 8 de enero de 1893, aunque su abuela “La Rubia” dice, que destacó en el siglo XIX, cuenta que su padre comenzó a destacar cuando hizo el Servicio Militar en Sevilla, donde su voz “causó tanta impresión que lo contratan para actuar en los cafés cantantes”, actuando con “El Monte Pirolo”, “El Burrero”, “La Marina” “Novedades”…conociendo a Tomás Pavón, Pastora, centenop, Antonio Chacón, Manuel Torres y José Cepero, el cual al oírlo “le regaló un diapasón de plata”. Al poco tiempo su padre se trasladó a Madrid donde sigue cantando en los cafés más famosos como “El Fornos”, “El Brillante” o “El Navajeros”, dominando todos los estilos, siendo muy apreciado en nuestra ciudad.

                Estudió en Úbeda, Maestría Industrial, siendo de la primera promoción. Hizo el Servicio Militar en Figueras, escapándose a Barcelona en sus ratos libres…en la Mili los Oficiales buscaban en los “coches marroneros” gente para que les cantase, a él lo encontraron, e hizo todo el trayecto hasta Barcelona en el coche de 3ª de los Oficiales. Al regresar su padre había comprado parte de la Casería de los Mesa, y continuó trabajando allí.

Posteriormente se hizo Agente Comercial, lo cual le permitió viajar a ciudades de Jaén y Córdoba, empezó con la alimentación, siguió con la venta de abonos, pero le perjudican a sus salud, por lo que en una Feria de Muestras de Barcelona, conoció a una empresa dedicada a la venta de maquinaria de panadería, confitería y hornos y empezó a trabajar con ella… Barcelona fue para Fernando el descubrimiento del cante flamenco, conoció a Pepe Pinto, a la Niña de los Peines, tomando copas en la barra del Restaurante de Gallito y Belmonte, recordando las conferencias del arte de la Tauromaquia. También conoció a Pedro Lavirgen, ese gran tenor…frecuentando la Peña de Marchena y las casas regionales. En las Ramblas frecuentaba “Los Migueles” donde conoció a Pepe Marchena y Juan Pérez “Canalejas de Puerto Real”.

Esta afición, casi de niño, al arte flamenco, le hizo que a los 17 años se fuese a Jerez de la Frontera, a trabajar a los Almacenes “Santa Sofía” de cobrador, escuchando en los ratos libres a los cantaores del Barrio de Santiago, Plaza del Mercado y Santa Marta, frecuentando los patios y tabernillas de esos patios, cuna del arte… Allí dice, que “aprendió mucho cantes, siempre escuchando…”. Por aquel tiempo me cuenta que ardió el Polvorín de Cádiz y que Manolete sustituyó a Domingo Ortega, para la Feria de la Vendimia. Allí comenzó su gran afición por la lectura, admirando a los escritores González Climent, Eugenio Noel, Ricardo Molina… Hoy cuando la vista ya no le permite leer, se entretiene oyendo los libros que la ONCE le manda…esa afición a la lectura desde joven le han dotado de una gran cultura y conocimiento.

Me cuenta que a su padre, le gustaba poco su afición, sin duda debido a que él ya había conocido este “mundillo” y lo ingrato que en ocasiones puede ser…

Comenzó a actuar en festivales benéficos, recuerda sus actuaciones en Rute, Villanueva de la Algaida, Lucena, Doña Mencia, Baena, Cabra, Loja… Cuenta que: “Nos invitaban a Andrés Rivera “Chamorro” y a mí, en cosas benéficas”. En Loja dice que tuvo un gran éxito con los profesionales, junto a “Chamorro”. También recuerda su actuación en el Teatro “Isabel la Católica” de Granada, aunque nunca se planteó dedicarse profesionalmente al cante, él nunca, dice, “se presentó a concursos ni premios, siempre a cosas benéficas”. Dice que aprendió a cantar tarantas en el Hotel “Don Paco” de Jódar, aprendiéndolas de Alfredo Arrebola.

Recuerda su infinidad de viajes por toda España, acordándose como en Úbeda se metieron en “Casa Pérez” y con “El Chato costales”, tío de “El Tato”, formando una buena juerga cantando por Marchena.

En cuantos a los cantes dice que siempre, por encima de todo, le ha gustado escuchar, le gustan las malagueñas, los cantes de Levante, los cantes de Cádiz, las Soleares, las seguiriyas o las Jaberas…, a su faceta de cantaor y buen aficionado al flamenco, hay que añadir su gran afición por escribir letrillas, destacando varios pasodobles, que publicamos en este artículo, colaborando en el libro “Cien años de Cante Jondo en la Provincia de Jaén”, aportando datos biográficos de cantaores de Jódar. Recuerda el gran plantel de aficionados al cante de Jódar, recuerda cuando vino el “Coronel de Linares” y cantó el “El Cocinero” por tarantas, “quedándose planchado al oírlo”… Entre los cantaores viejos recuerda al “Nene marigachas”, el abuelo y el tío de “El Gringo”, los “Heredias”, “Los Cocineros”, Manolillo “Mercedes”, Manolo “Pindate” y su hermano Juanito, “Castidote”, Ramón Molina “El Fleta”, Juan “El de Ricardo”, Frasquito “Melilla”, y muchos más…. Sigue añadiendo de que Jódar siempre ha sido huérfano de guitarristas, recuerda a Paco “El Pilrrao”, José “El del estanco”, Rosendo “El ciego” o Pepe “el de coche Jaén”…

También apoyó a cantaores como cuando llevó a “El Jopi” al Conservatorio de Málaga, o a Santiago Gámez “El Zapatero” ganando el 2º Premio de Saetas de Baena, participando como jurado en varios concursos de Granada, Córdoba y Jaén. Siendo socio fundador de la Peña “La Soleá”.

En Jódar, junto con varios amigos, formó la Peña “Los amigos del Cante”, fomentando los festivales, y de ahí surgió el Festival de Arte Flamenco de Jódar, de tanto prestigio en toda Andalucía. Recuerda cuando trajeron a José Romero, pianista flamenco, Pedrito Cuadra de Úbeda, Manuel Cano Tamayo de Granada, recordando cuando invitó a escuchar, sin guitarra, en la Peña “El Bilbao” de Jódar al Premio “Planeta” Francisco Quiñones, “que no se creía que se cantase tan bien”, apostilla. También recuerda las conferencias de Don Luciano Paz y Paz y su amistad con Alfredo Arrebola, “El Lebrijano”, “Menese”, “Fosforito” o “Antonio de Canillas”, así como que muchos cantaores profesionales acudían a la Junta de Cabales de Jódar para aprender de su arte.

Recuerda la grabación del casete “Jódar canta” realizado por el Ayuntamiento, y que supuso un gran paso para grabar a los aficionados de nuestra ciudad, algo que se debería de volver a realizar.

Para él “hay una gran ignorancia al hablar del cante flamenco”. Opina que “el Flamenco es la Ópera, no la Zarzuela, no debiendo confundirse con el Cancionero. El Flamenco no hay que entenderlo, hay que vivirlo…escucharlo y así se aprende”. Cree que hay futuro para el cante en Jódar, ya que hay “gente muy apañá, aunque nadie quiere exponer…”. Para Fernando las letras de cante, son “en muchos casos de protesta, cuando no había libertad de expresar ideas y pensamientos, el cante era utilizado para expresar nuestros sentimientos…”. Alfonso Hortal en su libro dice  de él: “Recuerdo una frase de Calaco que dice mucho porque conoce  el cante muy bien, y cuando un cantaor está interpretando un cante jondo por derecho y en algunas de sus estrofas o tercios se sale de su línea para hacerlo más fácil le dice: No te tires por la sombra”.

Este es Fernando Rubio Gámez “Calaco”, una vida dedicada a conocer el Arte Flamenco, unos de los cantaores aficionados, más antiguos, con los que cuenta nuestra ciudad. Desde aquí le damos la enhorabuena por ser como es…un hombre sencillo, y aunque de apariencia seria, cuando se le conoce…se descubre un nuevo Fernando, lleno de vitalidad y simpatía…que derrochaba allá donde iba con la magistral voz de su cante…y su saber estar…

 

LOS MOTES (Pasodoble)

 

1ª Parte.

 

No hay quien no tenga un mote

En cualquier pueblo de España

El que trate de negarlo

Estoy seguro que engaña.

Muchos quieren ocultarlo

Cuando se ven con dinero

Ya no habrá que dudarlo

Seguro que es un rico nuevo.

Si tienes un buen apellido

Te gusta que te lo digan

Si por equivocación el mote

No quieres que lo repitan.

 

Fandango:

 

Diferencia

Entre motes y apellidos

No encuentro la diferencia

Pero sí lo que digo

Que los lleves con decencia

Para que aprendan tus hijos.

 

2ª Parte.

 

No hay quien no tenga gana

Que desaparezca su mote

Más los “encumbraos” de la nada

Que siguen siendo oxte ni moxte.

Estos quieren olvidarlo

“pa” que no pase a sus hijos

cuando intentan de quitarlo

es cuando el mote es más fijo.

 

Fandango:

 

Equivocación

Sabiéndolo y negarlo

Que es una equivocación

El que trate de quitarlo

Le ponen otro peor

Y no podrá remediarlo…

 

                Fernando Rubio

 

SOY DE JÓDAR (Pasodoble)

 

Fandango:

 

Sus aceites y sus mujeres

Viva Jódar que es mi tierra

Sus aceites y sus mujeres

Que esta tierra tan preciosa

Que es rincón que Jaén tiene

Tan bonita y tan garbosa.

 

No llamarme, no llamarme

No llamarme cordobés

Que soy jaenero y de Jódar

Desde las manos a los pies.

 

Sale el sol con sus raudales

En medio del olivar;

Jódar en su fiesta campera

Nadie le puede igualar

Con el verde oliva

Y con el verde limón

El decir de mis cantares

Los voy a decir yo.

 

Fandango:

 

Soy de Jódar conocido

A nadie quiero aventajar

Soy de Jódar conocido

Digan señores de mi cantar

Yo a ninguno desafío

Por sencillo y natural.

 

L. y M. F. Rubio

 

 

MOLINA “FLETA” (Milonga)

 

Un hombre que ha “dao” fama

Para “toa” la afición

Es Ramón Molina Fleta

Que sigue siendo el mejor.

En la pila del bautismo

En su cante y tradición

Fue su padrino “El Calaco”

Hasta en la parroquia

De la Asunción.

No llores Molina “Fleta”

Cuando tú no puedas cantar

En la Semana Santa tus saetas

Nadie las podrá olvidar.

Vivirás en la memoria

Toda una generación

Pues tu cante en la historia

Estará en primer renglón.

 

                F. Rubio



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